12 de mayo de 2009
Uno pretende que sueñen con nosotros
queremos ser el único en la vida del otro,
pero solo se puede aspirar a ser el elegido.
Seducir tiene sus vueltas;
a veces, el amor muere cuando damos nuestro amor por sentado,
y renace cuando sienten que pueden perderlo.
Nos preocupa mucho que no halla terceros dando vueltas,
pero a veces, esos terceros, ayudan a la seducción,
la encienden.
El mayor riesgo de un seductor, es caer seducido;
ahí se vuelve torpe, predecible.
El riesgo de un seducido, es su inseguridad,
que puede llevarlo a cometer ciertas torpezas…
Uno no sabe por que ama, ni por que es amado.
Seducir tal ves sea simplemete ayudar un poquito a esa magia que ocurre,
sin que sepamos bien como ocurre, ni porque.